La creación de un modelo mental es un mecanismo que nuestro cerebro utiliza para entender el mundo. Entender la vida, el comportamiento humano o la naturaleza es muy complejo, así que nuestra mente se crea representaciones de cómo funcionan.
Todos estamos influenciados, ya sea por el entorno en el que hemos crecido, por nuestra cultura, o por nuestra formación y/o experiencia. Entonces, bajo estos preceptos, tendemos a formar modelos y categorías.
Los modelos mentales, al ser representaciones no son perfectos, pero sí son muy útiles, porque por medio de la asociación podemos llegar a entender algo nuevo para nosotros si utilizamos un modelo mental que ya tenemos en la cabeza.
El mejor concepto para entender qué es un modelo mental es pensar en una muestra estadística. Si bien esta muestra no es una réplica de la población al completo, nos sirve para hacernos una idea y, bajo unos parámetros estadísticos, estamos en disposición de aseverar con mucha probabilidad que la muestra es representativa de la población.
Creamos modelos mentales para entender cosas
Como dice el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga, en su libro «La vida contada por un sapiens a un neardental», las especies animales existen porque lo han decidido los científicos. En la naturaleza todo fluye y nada es estático. Los animales han ido evolucionando y mezclándose entre sí, pero nosotros necesitamos tener un cierto orden en la cabeza para poder entender la realidad y categorizamos cosas en base a unos criterios que nos inventamos.
Otro ejemplo muy ilustrativo es el de un mapa. Un mapa no es la realidad en sí mismo. Es una representación de la realidad, y siempre tendrá diferencias respecto a esta. Todos sabemos que el mundo es redondo (aunque algunos se empeñen en decir lo contrario), sin embargo en los mapas representamos el mundo en un rectángulo.
Sirven para tomar mejores decisiones
Los modelos mentales, aparte de para entender la realidad, sirve también para tomar mejores decisiones. Para ello, una de las mejores cosas que podemos hacer es tener una caja de herramientas con diferentes modelos mentales que podamos aplicar a diversos aspectos de nuestra vida.
El motivo del por qué hablamos de kit de herramientas, es porque para entender ciertas cosas complejas no es suficiente con conocer hechos aislados, sino que hay que saber conectarlos e interrelacionarlos entre sí.
Como dice Charlie Munger, «si eres capaz de entender 80 o 90 modelos mentales importantes, podrás tomar mejores decisiones».
La ventaja de ver las cosas desde diferentes puntos de vista
Y es que casi todas las personas somos especialistas. Una persona con un martillo en la mano sólo verá clavos. Por esta misma razón, el profesor Robert Sapolsky, de la Universidad de Stanford, tiene una historia muy curiosa acerca de las razones que varios especialistas darían de por qué una gallina cruza una carretera.
Al preguntarle a expertos, el evolucionista diría que quizás la gallina vio un gallo al otro lado y que cruzó reproducirse. El genetista molecular nos podría decir que los padres de la gallina no le dieron el gen para poder atravesar la carretera, pero que ha tenido una mutación y y esta cruzará cuando tenga sed.
Un genetista del comportamiento podría argumentar que quizás su madre cruzaba las carreteras a menudo, y que cuando la gallina creció, le ha dado por cruzar a ella solita.
Un etólogo cognitivo diría que quizás la gallina estaba acostumbrada a recibir comida del otro lado de la carretera, por lo que cuando quiera comida, irá hacia el otro lado.
Por último, un neurocientífico podría argumentar que la gallina se ha asustado y que se le ha activado el instinto de pelear o volar, y por eso ha tomado la decisión de ir hacia el otro lado.
Intentar entender la realidad desde un solo punto de vista nos limita a un solo enfoque y nos hace perder el ‘big picture’.
Algunos ejemplos de modelos mentales
Un modelo mental que me encanta usar a mí es el de la Navaja de Hanlon, que viene a decir que «nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado perfectamente por la estupidez». Esto por supuesto es un modelo y no un dogma que haya que aplicar siempre.
Otro ejemplo sería la Navaja de Ockham, según la cual «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable», así que no hay que romperse la cabeza buscando explicaciones elaboradas o pensando en conspiraciones.
La inversión es otro modelo mental que nos permite resolver de manera inversa un problema. La mayoría de nosotros cuando tratamos de resolver un problema tratamos de hacerlo hacia adelante, pensando en qué cosas deberíamos hacer para ello. Pero en este modelo mental se hace todo al revés, y descartas qué cosas no deberías hacer para resolver el problema. Esto funciona cuando estamos diseñando las funcionalidades de un producto y decidimos qué podemos sustraerle, en vez de qué podemos añadirle, para mejorar la usabilidad del producto. También sirve para aplicar estrategias de innovación. Si queremos fomentarla en nuestra empresa, quizás nos sea más complicado pensar qué debemos aplicar que qué debemos no hacer para alimentarla.
Conclusión
Los modelos mentales son herramientas poderosísimas que nos sirven para comprender mejor conceptos o para tomar decisiones, y siempre será mucho mejor si somos capaces de ver las cosas desde un punto de vista diverso y heterogéneo.